Día de la infancia misionera...

Hoy en celebramos, junto al aniversario de la muerte de Gandhi, el día de la infancia misionera, bajo el lema: "Con los niños de Oceanía seguimos a Jesús".

En este día recordamos que todos tenemos que ser misioneros e ir enseñando a los demás quién es Dios. Porque hay muchas personas que no le conocen y para eso están los misioneros.

Pero hoy especialmente nos acordamos de los niños misioneros, de aquellos que con un simple gesto de solidaridad comienzan a ser misioneros. Y aunque no nos demos cuenta muchos de nosotros somos misioneros porque enseñamos la palabra de Dios.

Ya son millones de "pequeños misioneros" distribuidos en parroquias, escuelas y movimientos de los cinco continentes.

¿Quieres ser un niño misionero?

Has de tener los ojos abiertos para descubrir y conocer a los niños de otros países, razas y culturas y los pobres que viven en colonias o pueblos.

Es necesario que acojas en tu corazón a todos los niños del mundo y que, sintiéndote su hermano, te vuelvas con ellos hacia Dios. Reza.

Es necesario que extiendas tus manos hacia los amigos, los de cerca y los de lejos, para recibir y para dar. Comparte.

Has de tener los pies ligeros para no pensar sólo en ti y extender el mensaje de Jesús.

El niño misionero ...

Ve la televisión de otro modo. Cuando salen niños de África, América, etc, sabe que son hermanos suyos, y pide a Dios por ellos.

Cuando reza, reza de otra forma, y no tanto por él como por los otros, porque sabe que los niños de las misiones tienen muchos más problemas y muchas más necesidades que él.

Estudia de modo muy distinto. Para él la geografía, por ejemplo, no son sólo mapas, sino los países de hermanos suyos, a los que quiere con toda su alma.

Trata a sus compañeros y a sus vecinos mejor que nadie, porque sabe que las misiones no son sólo los países lejanos, sino que empiezan ya en lo que uno tiene más alrededor.

Algunas personas te podrán decir que hacer misiones debe ser liberar al ser humano de su opresión social y política. Que este es el propósito del Evangelio y la misión de la Iglesia. Recuerda que la misión de la Iglesia es liberar al hombre sí, pero sobre todo del pecado, que es la peor esclavitud. La iglesia busca también la salvación de las almas, la glorificación de Dios y la edificación del Reino de Jesucristo en la sociedad. Hacer misiones es llevar a Cristo a los demás.

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